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Queridas personas a dieta

Cartas desde Internet | Por Sandra C

Os apoyo.

Humanos que habéis decidido empezar el año con la boquita cerrada y el estómago furioso: Yo os comprendo. No estoy a dieta, pero estoy en mi propia versión del “comer mejor”. Esta incluye merendar turrón de café porque me agobia mucho que va a desaparecer del supermercado. Y está condenado a la muerte. Y si no como todo el que pueda ahora, igual ya no puedo hacerlo nunca (hasta las próximas Navidades). Y no puede irse ya, no estoy lista, no me ha dado tiempo a despedirme…


La cosa es que yo también estuve a dieta una vez. Yo también pasé por eso. Corría el año 2014, yo era una jovencita pizpireta que pasaba el día deseando que acabara para poder despertarme y volver a desayunar. A veces, cuando abría los ojos por la mañana todo lo que recordaba era que había soñado que me comía un bollo de pan. Así, a secas, 8 horas de sueño resumidas en comerme un bollo de pan frío que no tenía ni mantequilla. Creo que fue el día que entendí la expresión “más largo que un día sin pan”. Fue mi posguerra. También recuerdo la gran ofensa que me parecía que algún ser querido tuviera la indecencia de comer pasta mientras estábamos bajo el mismo techo. Y lo que más recuerdo es que se me agudizó el olfato tanto como para ser uno de Los Vengadores. Podía oler un paquete de chorizo siendo abierto a 15km. Si hay un tío con un arco, ¿por qué no yo?.

Como prueba de que no estáis solos y de que quiero ayudar, os traigo una canción que es prácticamente un himno. Nació cuando yo estaba soñando despierta con hamburguesas de lasaña rellena de croquetas y cubiertas de Nocilla y lo he rescatado de los borradores. Cualquier parecido con una canción que ya existe es pura casualidad, disfrutad:

“Como quisiera,
poder vivir sin hambre.
Como quisiera,
poder vivir sin pasta.
Me encantaría,
quererte un poco menos.

Como quisiera,
poder vivir sin ti.
Pero no puedo,
siento que muero,
me estoy ahogando sin tu olor.
Como quisiera,
poder vivir sin hambre.
Como quisiera,
calmar mi adicción.
Como quisiera,
poder vivir sin pasta.
Me encantaría,
comprarme un calzone.
Como pudiera,
comerme una lasaña.
no, no no,

Pero no puedo,
siento que muero.
Me estoy ahogando,
sin tu olor.
Como quisiera,
poder vivir sin hambre.
Como quisiera,
calmar mi adicción.
Como quisiera,
poder vivir sin pasta.
Me encantaría, comerme un montón

Como quisiera,
encargarte a domicilio.
Como quisiera,
pedirme una ración.
Como quisiera,
tragarte de un mordisco.
Me encantaría,
con doble de champiñón.”

¿Os podéis creer que Maná tenía una igualita? ¡Qué cosas!

Atentamente,

Sandra C.

PD: NO COMPRÉIS TURRÓN DE CAFÉ, EL QUE QUEDA ES PARA MÍ.
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