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Celia Villalobos, líder de la liga de las idioteces


OPINIÓN 

Probablemente es una de las pocas personas de esa gentuza del partido que no puedo tragar. Y digo pocas porque me estiro bastante, sin dejar cruzar el sentimiento arbitrario sobre cómo te cae una persona a contemplar con sangre fría sus actos y valores sin que medien manías erróneas.
Cínica y prepotente como ella sola, se defiende a machete y con ímpetu de faraona folclórica, mientras se remanga desafiante con quien lleve la contraria en el debate, y se muestra activa y encendida como nunca antes la ves hacerlo en sus labores ministeriales.



La diputada del PP y presidenta de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo, fue invitada hoy a Los Desayunos de TVE para contar las chorradas típicas que suelen soltar esta tropa de espabilados ricos a los escombros pobres, que somos nosotros. "Tenemos la obligación de decirles a los que hoy tienen 45 años: cuidado, preocupaos del ahorro”, aseguró. Lo dice una miembro de esa plebe vírica que parasita en los despachos del Estado que se han cargado la hucha de las pensiones. Desvalijar el erario público para fomentar los fondos de pensiones privados: misión completa.
 
Ella, que vive de la política desde 1989 cuando entró como diputada al Congreso, pero que no ha trabajado en un solo proyecto de ley en 30 años, tiene sus arcas bien llenas, sus ahorros bien cubiertos sin preocupación para el futuro, normal sabiendo que su sueldo no baja de los 7.500€ al mes. Ella viene a decir que si tienes 45 años, tienes dos críos y cobras 800€, que empieces a ahorrar porque la cosa se ha puesto mal. No da un palo al agua ni ella ni su partido, por eso en lugar de trabajar para impedir la destrucción de la hucha de las pensiones, hace los más cobarde que puede hacer el gobierno de un país con el estado de derecho: restregárselo bien por las partes nobles para decirnos en la puta cara que te avíes con lo puesto porque ella no piensa mover un dedo para cambiarlo.

“Hay ya un número importante de pensionistas que está más tiempo en pasivo, es decir cobrando la pensión, que en activo, trabajando” añadió, pero sin basarse en datos de ningún documento oficial, es decir, verborrea de bar de esta señora que se suma a la lista de lindezas escupidas como metralla por su bocachancla. Le ha faltado decir que los pensionistas vivimos mucho. Que a ver si nos vamos al nicho antes, que estorbamos su enriquecimiento, hombre ya.
Ella tiene chofer y un guardaespaldas (a los que llama tontos), pero tú ve ahorrando dinerito, que pensión no vas a tener. 
Villalobos es una lista, más de la cuenta, porque esa prepotencia de verse en la superioridad de las élites hace que mire con vértigo y desprecio a todo aquél que no esté en su nivel, como cuando llamó tontitos a los discapacitados
La dureza del rostro de Celia es tal que se atreve a hablar como una persona capaz de convencer,  en cambio, está rodeada de mentiras cuyas chisposas mechas hacen reventar la pólvora del ridículo. Para Celia usted es un señor Pensionista de mierda y por tanto tiene que trabajar, pero no tal como lo hace ella con el Candy Crush en el Congreso durante un debate sobre el estado de la Nación, eso es para su grupi: la élite.   

Pero esto, amigas y amigos lectores, si es que habéis llegado a esta parte del artículo, se ha normalizado. Reina el sarcasmo, la risa de la vergüenza ajena, la indignación y el escozor de oír a semejante bandada pisotear al rebaño, que somos nosotros, mientras tengamos la atención puesta donde riegan y mean el pasto. Sería deseable que el foco de atención volviera a las alternativas para millones de trabajadores al paro, la desigualdad, pobreza, sanidad, educación, dependencia, otros servicios públicos, sostenibilidad, salarios, etc. En fin, esas cosas importantes sin ellas, hablando en plata, te jodes, sufres y te mueres. Me explicaré tomando estas palabras de que Víctor Muñoz, profesor de Lengua y Literatura, escribió hace pocos meses [1]:

No te preocupes, Celia, porque para el partido sigues siendo importante. Alguien tiene que ocuparse de poner en marcha la estrategia de la distracción. ¿No se ha hablado en las redes sociales de tus exabruptos y de los memes que han generado más que de la precariedad laboral, que es la herida inmensa por donde este país se está desangrando? Pues objetivo cumplido. Pídete otra, Celia. La penúltima.

Total, te la pagamos entre todos.



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