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Gente de izquierda decepcionada cuando la izquierda gobierna y hace cosas de izquierda



Va a resultar al final que la izquierda solo mola cuando no gobierna, según Susana Díaz, prueba de ello son sus últimos movimientos ante acontecimientos políticos tan importantes como la victoria por primera vez de la izquierda en las elecciones griegas.

En una distancia más corta y local, la presidenta del Partido Socialista en Andalucía ha roto el pacto de gobierno con quienes según ella han girado a la izquierda de una manera radical, en referencia al nuevo candidato de IU, Alberto Garzón. Resulta que la planificación para frenar los desahucios que se cobra el bienestar de muchos españoles desde que se fraguó la crisis es una medida exageradamente radical para la presidenta de la Junta de Andalucía, cuando lo que realmente parece es que no soporta que sea una propuesta sólidamente de izquierda, algo que quizás no logren los cauces del 'socialismo' virado a la derecha encarnado por su partido.

Hace escasos días decía al respecto: "Es como si a una recién casada le hablan de divorcio". Claro Susana, también es como si hubieses tomado el puesto de esposa sin preguntar antes a los andaluces, después de 30 meses en la Presidencia sin que haya pasado por la urnas. Es precisamente ahora, que IU ha solicitado investigar los EREs, cuando Susana decide romper y convocar elecciones bajo el eslogan: "Es la hora de los andaluces". Es la hora de los andaluces y los andaluces aforados, claro, porque había una serie exconsejeros señalados por la jueza Alaya y Díaz se ha apresurado en protegerles bajo el aforamiento el pasado 26 de Enero., esa cosa tan prestigiosa con la que se condecoran los que tienen conflictos con la ley, autodelatándose a ojos de la opinión pública y desmintiendo una vez más que "todos somos iguales ante la ley".

Es "radical", ahora que se fortalecía la seriedad de las investigaciones sobre los EREs y el fraude de los cursos de formación cometidos durante el gobierno de sus precedesores padrinos presidenciales: Griñan y Chaves.



La cosa no queda ahí, en esta vorágine de ágiles movimientos como cual juego de estrategia, en la que parece pretender una llegada al liderazgo nacional de su partido de una manera anticipada alcanzando a Pedro Sánchez, Susana ha hecho declaraciones públicas sobre las primeras acciones del partido de izquierda Syriza, tras su victoria en las recientes elecciones griegas, en las que se indigna por el pacto de este con la derecha griega, sin que ella parezca recordar por su lado su propio pacto con PP andaluz para el reparto de sillones en la Cámara de Cuentas, el pasado día 22 de Enero.





Parece ser que pactar con la derecha produce amnesia, de hecho, tampoco recordarán el dichoso Agosto del 2011 cuando en una calurosa tarde PSOE y PP pactaron la modificación del artículo 135 en la Constitución Española, socialistas y derecha española pactaron entonces. Aforar anticipados imputados y repartirse sillones, dos grandes proezas para una presidenta que dice ser de una "casta de fontaneros" cuando trataba de desetiquetarse del adjetivo.


Para Susana lo relevante es el hecho de que Syriza pacte con la derecha sin haberse molestado en saber bajo qué programa y qué pacto. A Susana le resulta decepcionante pactar con la derecha por encima de las medidas de Tsipras, le decepciona pactar con la derecha por encima de la medida que eleva el Salario Mínimo Interprofesional griego a 751€, a la altura de la media europea e incluso por encima del SMI en España. Le decepciona la foto de Tsipras con la derecha por encima de la medida por la que 300.000 hogares en serio riesgo de pobreza (o estándolo ya) vayan a ser abastecidos de luz y calefacción sin coste alguno. También le decepciona esa medida tan "radical" de suprimir hasta 8 ministerios para ahorrar costes gubernamentales, es una medida tan insoportablemente de izquierda para ella, que casi no puede digerir el socialismo que se escapa de las siglas de su fuerza política.

También, de esos "primeros pasos decepcionantes" de Syriza está, para ella, el de la paralización de las privatizaciones, porque para ella no era radical fotografiarse con el Botín de los desahucios cuando Iquierda Unida le pedía defender la Banca Pública, por favor, esas cosas "dejádselas a los perroflautas que acamparon sin hogar en Plaza Nueva".
Resulta que la urgencia de medidas de un reparto equitativo del bienestar del país heleno, es una tremenda decepción. Resulta que eso no es izquierda, es radicalismo. Resulta que estamos a punto de empezar a arreglar Grecia y los mensajes de los titulares de algunos diarios comienzan a zancadillear la seriedad de la izquierda griega, por haber pactado con la derecha y por no haber nombrado a ninguna mujer para los 12 ministerios (criticable y corregible sin duda), eso sí, siendo el partido con el mayor porcentaje de mujeres (30%) de todo el parlamento griego.


Tengo una pregunta Susana, si no es esta la izquierda que tu defiendes bajo siglas socialistas y obreras ¿Qué izquierda estás defendiendo y pretendes victoriosa cuando solo son palabras que se te derraman entre los huecos de tu hipócrita careta socialista?

Lo dicho, acabo este artículo como empecé, con el mismo mensaje, "VA A RESULTAR QUE LA IZQUIERDA SOLO MOLA CUANDO NO GOBIERNA". Y es que sencillamente Susana, tú no eres izquierda.


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