Header Ads

No es polémica suscitada, es homofobia destapada


OFF JOKES | OPINIÓN 

Leo en diarios y redes sociales que el cartel de la Asociación de Belenistas de Sevilla para la Navidad de 2017 ha levantado una gran polémica. La verdad es que después de indagar y leer un poco por varios canales, determino que lo que realmente se ha levantado es homofobia.


Personalmente el cartel de Manuel Peña, autor de la obra, no me gusta. La temática navideña no me interesa, me es tan indiferente como la Navidad. No me importa la celebración del nacimiento de Jesús como ateo que soy. Atiendo a otro tipo de repercusiones y antojos que tiene ese fantasmagórico espíritu navideño y no precisamente por su lado benevolente. Tampoco siento especial atracción al regodeo barroco de ese realismo mágico (más tardío, obviamente) sevillano que caracteriza tanto a la pintura y escultura hispalense en la historia del arte. No es que desprecie a los artistas del sigo XVII en adelante que tanto prestigio dejaron como legado cultural, es que no me atraen los movimientos artísticos empeñados en hacer arte del pasado hecho ahora. En resumen, no me gusta ni la temática ni la estética. Es un gusto y una opinión personal.

Parece que una persona homosexual no puede ser representación de un ángel, tampoco una mujer, tampoco un negro, solo puede ser ángel un machote. 

Cierto es que lo más divertido y liviano de la anécdota es el parecido del modelo con el jugador de fútbol Griezmann. Lo que sí que me parece enojoso es el vertido de comentarios (sí, opiniones) sintomáticos de homofobia, cuando la obra es señalada de gay en forma de protesta y rechazo que no representa la navidad. Aunque ciertos comentarios leídos en redes parecen tener una mera participación humorística, otros muchos son bastante acusatorios sobre lo ofensivo hacia la representación que supone la festividad religiosa en el culto de una ciudad con un profundo sentimiento devoto.



Parece ser, que eso de que los ángeles no tienen sexo chirría sobre las mentes de fervorosos que sí les atribuyen una sexualidad cuando es distinta a la suya: heterosexual. Anda por Sevilla escandalizada mucha gente en pleno XXI de esa pose afeminada del arcángel San Gabriel como si un buen puñado obras pictóricas desde el siglo XVI hasta nuestros días no hayan mostrado una sola vez figuras celestiales y bíblicas con clarísimas poses amaneradas sin que supongan pega homófoba alguna.
Parecer ser también, que la homosexualidad no ha de tener representación significativa en las celebraciones y festividades religiosas, o en tal caso ha de estar muy oculta para no molestar, como si la creencias teológicas y las cuestiones de fe quedasen exclusivamente delegadas a la población heterosexual, como si una persona gay tuviese censurado su derecho a ser cofrade, su derecho de pertenencia a la comunidad de creyentes, como si todo lo que sinuosamente sea gay no pudiese tener la total libertad igualitaria que el resto a ser integrada y representada en la imaginería pública por ley y no por mandamiento.

"No representa a la Navidad" porque no representa la navidad heterosexual que desean. Es una ofensa que el ángel "esté tocando la Giralda como si estuviese haciendo una paja", porque hacerse un paja es una vergüenza pero ser homófobo, no.

Parece que una persona homosexual no puede ser representación de un ángel, tampoco una mujer, tampoco un negro, porque en el fondo, los que tanto se han indignado ante el cartel no quieren siquiera un ángel asexuado, sino un ángel machote.

A mí no me divierte el escozor levantado por esta noticia, al contrario, me entristece, porque como mencioné al principio, más que levantar polémica lo que ha levantado es el suspenso deficiente de una sociedad estancada que sigue sin superar su asignatura siempre pendiente: el complejo de homofobia.   


Con la tecnología de Blogger.