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Despiden al trabajador que nos escribió hablando de su trabajo precario



El pasado Viernes 4 de Marzo recibimos una carta en un email de un trabajador, 'Kiko' donde nos contaba las condiciones precarias de su empleo. Ayer nos volvió escribir a nuestro correo electrónico en el que lamentablemente nos comunicaba que acababa de ser despedido de su empleo:


Me acaban de despedir, el motivo principal es que no estaba dispuesto a soportar mas humillación.

Primero, no dan ropa de trabajo, el móvil personal es como si fuera el de empresa pero las facturas las pagas tú, tu coche se convierte en flota de la empresa automáticamente, la gasolina corre de tú cuenta por supuesto.

El horario de trabajo es el que quieran ellos y te lo pueden cambiar a unas horas de comenzar la jornada. Las horas extras no las cobras porque tienes que mirar por la empresa.

Igualmente pueden mandarte mensajes o llamadas de teléfono a cualquier hora del día, pues tú vida ya es de ellos.

Los vehículos de la empresa siguen funcionando de milagro, sin manos libres, pero estás obligado a contestar el teléfono aunque puedas tener un accidente. Su forma de faltarte al respeto es porque en la empresa son así y hay que saber llevar a las jefas inmaduras, confundiendo cargo con latigero de galera romano.

Cámara de congelados sin luz, con el suelo roto y completamente desordenada hasta que llegue yo. Esta fue la presentación.

Después de aguantar despropósito tras despropósito, me manda el inútil del encargado varios mensajes a las 4 y media de la mañana. Cuando le digo que NO lo vuelva a hacer, me despiden.



Captura de pantalla real que Kiko nos envía


Eso sí, sin pagar las horas extras porque van muy justos, aunque el jefe tenga un porshe aparcado en toda la puerta.

Tener una empresa a costa de los trabajadores es el pan nuestro de cada día, uno puede aguantar algunas cosas pero todas a la vez es demasiado.

Que les den mucho por el culo, pues esta gentuza no quería un trabajador, quería un esclavo..


Lamentamos con tristeza lo que nos cuenta. Aunque se realce el orgullo de no ser más pisoteado, siempre es un golpe recibir un despido y quedarse sin empleo. 



Viñeta de Lumpen


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